El estilo Bock tiene su origen en la ciudad de Einbeck, en el norte de Alemania, y cuenta con una tradición centenaria en la producción de cervezas robustas que se remonta al siglo XIV.
Las cervezas Bocks son servidas durante el otoño y la primavera para brindar calidez en invierno, y las variedades más exquisitas se aprecian como cervezas de postre.
Las Bocks tradicionales se elaboran exclusivamente a partir de malta, resultando en cervezas de alta graduación alcohólica, con un perfil maltoso pronunciado y un cuerpo que va de medio a intenso.
La fermentación se lleva a cabo a baja temperatura, y su amargor de lúpulo se equilibra de manera moderada, aumentando en proporción a su densidad inicial.
El sabor a lúpulo se mantiene en niveles bajos, mientras que el aroma a lúpulo es apenas perceptible. En cuanto a su apariencia, las Bocks pueden presentar tonalidades que van desde un cobre intenso hasta un marrón oscuro. Además, es posible apreciar sutiles notas de ésteres frutales, aunque en niveles mínimos.
Existen diversos tipos de cervezas Bock, entre los que se encuentran:
- Las Dunklesbock: Son las cervezas con tonalidades más oscuras.
- Las Doppelbock: Estas cervezas tienen una mayor concentración y volumen alcohólico.
- Las hellesbock: Las cervezas de esta variedad presentan tonalidades más claras.
- Las Eisbock: En la elaboración de este estilo de cervezas se les somete a un proceso de congelación con el fin de lograr una mayor concentración de alcohol.