que es el ibu en la cerveza

Los IBUs en las etiquetas de cerveza, especialmente en las artesanales, han ganado popularidad recientemente. Pero, ¿qué son realmente?

IBU es simplemente la abreviatura de Unidad Internacional de Amargor. Suena un poco técnico, ¿no? Es una manera de medir cuán amarga es una cerveza. Se calcula usando una fórmula matemática y, en teoría, va de 0 a 100. Cuanto más alto sea el número, más amarga se supone que es la cerveza. ¡Pero aquí es donde se pone interesante!

Verás, hay cervezas que se promocionan como las más amargas del mundo, ¡algunas incluso superan los 1,000 IBUs! Suena loco, ¿verdad? Pero la realidad es que hay un límite. El paladar humano, por mucho que lo intentemos, solo puede detectar hasta unos 100 IBUs (algunos afortunados con un paladar más sensible podrían llegar a 120)

Más allá de ese punto, la percepción del amargor se estabiliza. Es como intentar subir el volumen de la radio al máximo: llega un momento en que ya no suena más fuerte, solo se distorsiona.

Pero, ¡cuidado! El amargor de la cerveza no se reduce a un simple número en la etiqueta. Es un baile complejo, una interacción entre muchos factores.

El amargor de la cerveza no se basa exclusivamente en los IBUs

Es importante entender que existen otros factores que interactúan en dar o quitar amargor a la cerveza.

El lúpulo, por ejemplo, es el gran protagonista del amargor. Aporta sus resinas, que son las que generan esa sensación intensa. Cada variedad de lúpulo tiene su propio perfil de amargor, como si fueran diferentes piezas de un puzle. No solamente importa la variedad, también cuando se añade durante la elaboración. Es como cocinar: añadir una especia al principio o al final cambia el resultado final.

Pero espera, ¡hay más! Maltas tostadas, frutas, especias… todos estos ingredientes pueden influir en cómo percibimos el amargor. Es como un juego de equilibrios, donde cada ingrediente aporta su grano de arena.

La clave está en entender que los IBUs no son una garantía absoluta. No te dejes engañar por un número alto. Lo fundamental es el equilibrio. Una cerveza de calidad es aquella en la que la cantidad de malta y otros cereales contrarresta el amargor del lúpulo.

Y es que el dulzor de la malta juega un papel crucial. Disminuye la sensación de amargor en el paladar. Así que, una cerveza con 100 IBUs no necesariamente va a saber extremadamente amarga si tiene una buena dosis de malta para suavizar la experiencia. Imagina un limón muy ácido: si lo endulzas un poco, se vuelve mucho más agradable.

¿Te animas a explorar?

Si quieres experimentar con diferentes niveles de amargor, te recomiendo probar estilos de cerveza como American Pale Ale, IPA, Doble IPA, Triple IPA y West Coast IPA, que presentan una amplia gama de IBUs.

¡Cada uno te ofrecerá una perspectiva diferente! Organizar una pequeña cata comparativa puede ser una revelación.

En resumen, los IBUs son una medida importante para comprender el amargor de la cerveza, pero no son el único factor determinante.  El verdadero encanto está en la interacción de los ingredientes, en ese delicado equilibrio que transforma una simple bebida en una experiencia sensorial inolvidable.