Metabolización del alcohol

Metabolización del alcohol

El modo en que el alcohol afecta nos afecta varía de una persona a otra, dependiendo de las circunstancias particulares y del modo de consumo.

Como absorbe nuestro organismo el alcohol

aparato digestivo

Nuestro cuerpo absorbe el alcohol a través del estómago y del intestino delgado y no es procesado durante la digestión, ya que al tener bajo peso molecular no es necesario.

Una vez absorbido por nuestro estómago y nuestro intestino delgado, el alcohol se dispersa a través del flujo sanguíneo por todo el cuerpo hasta llegar al corazón, cerebro, músculos y otros tejidos.

Una forma de hacer más lenta la absorción del alcohol es la comida, por eso el alcohol afecta más a las personas que tienen el estómago vacío o no han comido lo suficiente.

Otro factor importante que influye en la absorción del alcohol por nuestro organismo es el tamaño. 

Una persona de mayor tamaño y peso quizá no se vea afectada por el alcohol del mismo modo que una persona más pequeña y de menor peso.

Esto se debe a que una persona más grande tiene más fluidos corporales y por eso el alcohol se diluye más. 

El cuerpo de las mujeres, por ejemplo, suele contener una menor proporción de agua y algo mayor de grasa que el cuerpo de los hombres. Por estos motivos el alcohol queda concentrado en mayor cantidad, pudiendo provocar un nivel de alcohol mayor habiendo ingerido la misma cantidad que un hombre.

Otro factor importante que influye en la absorción del alcohol por nuestro organismo es el tamaño.

El proceso de metabolización del alcohol

La metabolización es un proceso que realiza nuestro organismo que transforma, mediante cambios bioquímicos, las sustancias que ingerimos en otras sustancias y compuestos más asimilables. Uno de estos procesos es la oxidación. 

Mediante el proceso de oxidación aproximadamente el 90% del alcohol es metabolizado por nuestro hígado. Este proceso lo realiza el hígado usando unas enzimas (ADH) y co-factores (NAD, NADH) específicos. 

metabolización del alcohol por el higado
Mediante el proceso de oxidación aproximadamente el 90% del alcohol es metabolizado por nuestro hígado

Hasta que se complete este proceso el alcohol sigue circulando por nuestro cuerpo afectando a nuestros órganos y tejidos.

La velocidad en la que el hígado procesa el alcohol está de media entre 8 y 10 gramos de alcohol por hora en hombres y algo menos en mujeres. Esta velocidad depende en gran medida de la cantidad de enzimas y cofactores, las cuales varían en cada persona.

La velocidad de metabolización del alcohol es bastante más lenta que la velocidad de absorción, por este motivo la ingestión de bebidas alcohólicas tiene que ser moderada para evitar que el alcohol se acumule en el cuerpo y cause un estado de embriaguez.

En el caso de que el consumo de alcohol sea demasiado elevado se puede producir un colapso hepático. 

Existen dos sistemas alternativos para intentar que el colapso hepático se produzca: la vía catalasa y el sistema MEOS.

Eliminación del alcohol de nuestro organismo

Como se ha mencionado antes, aproximadamente el 90% del alcohol es metabolizado, y el 10% restante es expulsado de forma natural mediante los fluidos de nuestro cuerpo, es decir, a través del aire que expiramos, la orina, las lágrimas, el sudor e incluso la leche materna.

Preguntas frecuentes

¿Te has preguntado alguna vez cuáles son los efectos más significativos del alcohol en nuestro cuerpo?

Además de afectar a nuestro sistema nervioso y retrasar nuestros tiempos de reacción, el consumo excesivo puede llevar a una intoxicación que puede tener consecuencias leves o incluso graves. Entre ellas se encuentran mareos, falta de coordinación en los movimientos, deterioro del juicio, visión borrosa o doble, somnolencia e intoxicación por etanol.

Consejos para controlar el nivel de alcohol en sangre

El principal y más importante es beber con moderación. Es muy importante el no beber bebidas alcohólicas con el estómago vacío y comer mientras se bebe.
Controlar el ritmo al que se se bebe para evitar hacerlo demasiado rápido. Se disfruta más bebiendo pausadamente.
Beber agua o una bebida no alcohólica entre cada consumición.

La información para realizar este artículo se ha obtenido del NIAAA (National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism) y de SciELO (Scientific Electronic Library Online).

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